Muchas veces, el intento de tener control absoluto sobre todo puede generar una carga emocional tan grande que luego se manifiesta en nuestro cuerpo, afectando nuestra salud. Desarrollamos ansiedad, ataques de pánico, estrés y diversos síntomas debido a esta búsqueda constante de control absoluto.
Los psicólogos han descubierto algo muy interesante al estudiar a los soldados en combate durante la Segunda Guerra Mundial. Durante 60 días de combate intenso, muy diferente a lo que hemos visto en las películas, estar en la línea de fuego afecta emocionalmente a los soldados hasta el punto de que sienten que han perdido su alma y su espíritu. Después de 60 días de combate continuo, los soldados de infantería se sienten emocionalmente agotados. Sin embargo, los soldados de la fuerza aérea experimentan una carga emocional diferente.
A pesar de enfrentar la misma cantidad de días en combate y una tasa de mortalidad mucho más alta que la de los soldados de infantería, según el estudio, el 93% de los pilotos de la fuerza aérea morían en batalla, pero mantenían un mayor ánimo y energía al cumplir su misión cada mañana. ¿Cuál era la diferencia, según los psicólogos? Los pilotos tenían un acelerador en sus manos, lo que les daba la sensación de que de alguna manera controlaban su propio destino. Por el contrario, los soldados de infantería sentían que podían ser asesinados fácilmente mientras estaban parados o corriendo, y esto les generaba pánico.
La fórmula es sencilla: la percepción de tener control produce calma. Cuando nos encontramos en situaciones que no podemos controlar, el caos se apodera de nosotros. Esto nos sucede a nosotros, como a los soldados de infantería; perdemos el entusiasmo y nos sentimos emocionalmente perdidos y sin dirección. Entonces, ¿cómo podemos cambiar esto? ¿Cómo podemos liberarnos de la necesidad de tener el control de todo?
Es importante reconocer que hay ciertas cosas que están fuera de nuestro control y aprender a aceptar la incertidumbre. Podemos trabajar en desarrollar una mentalidad flexible y adaptativa, centrada en el crecimiento personal y en encontrar soluciones a los desafíos que se presenten. Buscar apoyo profesional, como la terapia, puede ser beneficioso para aprender estrategias saludables de manejo del estrés y cambiar nuestra perspectiva hacia situaciones que no podemos controlar.
Además, practicar técnicas de autocuidado, como el ejercicio regular, la meditación y el tiempo para relajarse, nos ayuda a reducir la ansiedad y cultivar una mayor resiliencia frente a la incertidumbre. Aprender a soltar el control y confiar en nosotros mismos y en el proceso puede abrirnos a nuevas oportunidades y liberarnos de la carga emocional que conlleva la búsqueda obsesiva de control absoluto.
Recuerda que el control real radica en nuestra capacidad de adaptarnos y responder de manera constructiva a las circunstancias, en lugar de tratar de controlar todo a nuestro alrededor.
Una excelente metáfora es lo que hacemos a diario en Resultados Inevitables, ustedes no pueden controlar los desafíos que les coloco como su coach simplemente se adaptan y enfrentan la situación aun siendo desconocida con esto no digo que no tengan estrategias o que no se preparen para enfrentarlas.
Comments